martes, 2 de febrero de 2016

¿Para qué sirve un agente inmobiliario?

Seguro que alguna vez te has preguntado qué hace un agente inmobiliario. Aunque hay quien simplifica su función a enseñar una vivienda en alquiler o a la venta, lo cierto es que cuando no miramos hacen un montón de tareas fundamentales para que compradores, vendedores, inquilinos o caseros lleven a buen término la negociación y en las mejores condiciones para todos.

Se pasan el día al teléfono

Atienden constantemente las llamadas de tu anuncio y saben proporcionar a cada posible comprador la información que necesita. Pongamos que cada anuncio tiene unas 20 llamadas y esas llamadas se traducen en 10 visitas a la vivienda. Esto supone tener siempre disponibilidad y bastantes horas de trabajo a la espalda. También gastan horas en mantener el contacto con otros agentes inmobiliarios para difundir la propiedad que tienes en venta o buscar una casa que encaje con todos los requisitos que pides.

Buscan propiedades constantemente

Pasan un par de horas al día en busca de propiedades potenciales. Además, las propiedades fluyen rápido en el mundo inmobiliario, así que los agentes tienen que revisar constantemente las listas de propiedades compartidas como la MLS para no perderse nada. A veces el proceso de encontrar propiedades que encajen con los intereses del cliente puede hacerse muy largo en el tiempo si los requisitos se salen tan solo un poco de lo común.

Analizan el mercado

Imprescindible para poder definir bien el verdadero valor de tu casa en venta o saber si tu futura compra es una buena opción. También es esencial a la hora de hacer ofertas y contraofertas que se ajusten al interés del cliente. Si el agente pertenece a una gran oficina con muchas ventas propias puede hacer valoraciones mucho más precisas que al hacerlas en base a datos de anuncios (no hay que olvidar que en los precios de los anuncios de viviendas sin vender cabe todo, desde precios desorbitados a datos engañosos). Explicar a un cliente cómo realizar contraofertas correctamente también lleva su tiempo.

Inspeccionan las propiedades

No hay nada como ver personalmente una casa en todo su esplendor (o no), que es el motivo por el que los agentes pasan parte de su tiempo revisando las propiedades. La inspección no se limita a lo físico: el agente revisa en los registros que la  propiedad esté totalmente “limpia” para evitar que los clientes resulten víctimas de fraude, propiedades en malas condiciones o deudas ocultas.

Gastan su propio dinero en marketing

Además de no recibir salario hasta que el trato haya terminado, los agentes que vendan tu propiedad también gastan su propio dinero (y tiempo) en marketing: fotografías de la propiedad, vídeos promocionales, revistas, publicidad convencional, publicidad online, carteles, flyers, impresiones de calidad… También invierten dinero en home staging para que la vivienda tenga mejor imagen y resulte más fácil de vender.

Realizan cursos formativos

Tienen que tener conocimientos de áreas como fiscalidad, jurídico, marketing, mejora de imagen de la propiedades, fotografía y vídeo, negociación y técnicas de venta, para lo que es necesario realizar constantemente cursos formativos. También acuden a convenciones y ferias inmobiliarias para aprender de otros profesionales y mejorar sus servicios.

Ayudan con la financiación

Aparte de asistencia a los compradores para obtener las mejores hipotecas posibles u obtener esa hipoteca que pensaban que no podían obtener, están listos para resolver cualquier duda sobre financiación. Saben mejor que nadie cuánto cuesta arreglar ese “pequeño desperfecto” que menciona el anuncio en el que estás interesado o pueden decirte cuánto va a costarte realmente la reforma que quieres hacer.

Verifican todo el proceso

Uno de los principales beneficios de contactar con una agente inmobiliario es la seguridad jurídica que proporcionan. Son conocedores de todo el proceso de compra venta y tienen obligación de verificar que se cumpla legalmente (tanto por tus intereses como por los suyos). No todas las ventas se realizan con facilidad y a veces surgen dificultades. Un agente actuará de escudo. Arreglan asuntos de los que muchas veces compradores o vendedores no son conscientes.

Mantienen la calma

Un buen agente no solo se encarga de ayudarte a comprar o vender tu casa, también tratan de que el proceso sea para ti lo menos estresante posible. Puede que no lleve mucho tiempo aportar soluciones a problemas de los clientes relacionados con lo emocional (a veces sí), pero desgasta mentalmente.
…y todo esto es gratis, al menos hasta que tengan resultados.